domingo, 22 de abril de 2012

El legado de Bram

No necesitamos pruebas.
No pedimos a nadie que nos crea.
Oscuro y tranquilo.”
(Diario de Mina Harker)

“Strigoi, strigoi, strigoi”
(Últimas palabras de Abraham Stoker)





El 20 de abril de 2012, se conmemora el centenario del fallecimiento de un gran autor de cuentos irlandés, aunque, en realidad, sea mundialmente reconocido por la más noctámbula de sus oníricas creaturas literarias.
Menos conocida es su obra de no ficción sobre la ficción vital de algunos sujetos que él decidió titular en 1910 “Famosos impostores” (Melusina, 2009).
En ella no deja muy claro si  le preocupa más la historia de la impostura o la impostura de la historia. Destacan en particular las reseñas biográficas del rey durmiente de Portugal, que dio pie a un movimiento mesiánico que influyó incluso en Fernando Pessoa y la del Chevalier D’Eon, un James Bond del siglo XVIII que gustaba batirse en duelo vestido de mujer.
El padre literario del tan nobiliario como sanguinario Vlad Tepes, añade a éstos citados el esbozo de los cursus honoris de un grupo selecto de reconocidos impostores, estafadores, charlatanes y reyes del disfraz como Perkin Warbeck, Stefan Mali, la princesa Olivia, John Law, Arthur Orton, La Maupin y Hannah Snell, y nos invita a considerar la supuesta tradición que señala que la reina Isabel I de Inglaterra era, en realidad, un hombre.


El bueno de Bram nada nos dice ni una palabra de Kennet R.H. Mackenzie ni de la gran triada fantástica que 1888, y a espaldas de la SRCIA[1] que les vió renacer, fundaron luego el HADO[2]: William Robert Woodman, William Wynn Westcott y Samuel Liddell Mathers MacGregor, logia ocultista en la que años más tarde el propio Stoker, miembro insigne de la flor y nata, sería años más tarde iniciado 1890, con 43 años.


Constatamos, pues, que nunca han faltado individuos que no dudan en suplantar a quien haga falta o fingir una vida paralela a la que verdaderamente llevan, en su búsqueda de riquezas, fama, o simplemente por amor confeso al arte de tomar el pelo a su prójimo.
Según atestiguaron sus amigos presentes, parece que el bueno de Bram deliraba en el cuartucho de la pensión londinense en la que realizó su definitivo y agitado tránsito interdimensional, señalando a la pared alguno de los mojos que ya le resultaban familiares: "Strigoi, strigoi, strigoi..."
La Streghería o stregoneria deriva de los antiguos cultos etruscos que se mantuvieron en la cultura rural itálica aún después del nacimiento y derrumbe del Imperio romano y se preservó de manera paralela a la religión oficial del Imperio, el paganismo helénico de origen griego, asumidos hasta el día de hoy por gypsies supervivientes, egipcianos, más conocidos como gitanos, verdaderos y eficaces custodios de un escondido saber ancestral.


La shtriga es un personaje del folclore de Albania, descrito como una bruja vampira que puede absorber la sangre o «energía vital» de los niños por las noches cuando se encuentran dormidos. Verdaderas artistas del camuflaje natural, pueden aparentar ser cualquier insecto volador (tradicionalmente un mosquito o una abeja). La shtriga además de simular también puede curar, por sí sola, a aquellos de quienes ha chupado sangre (usualmente desde sus bocas), pero aquellos que no han sido curados se enferman de gravedad y mueren. Representada como una mujer de largo cabello negro (a veces usando gorro) y con el rostro totalmente horrendo y desfigurado, también se la conoce como la «madre de todas las oscuridades».


A mí, particularmente, me parece que, sin contar con la elegancia de su vuelo nocturno, ya de por sí tienen un aspecto maravilloso ¿tú que opinas?
Me gusta sobre todo recordarlas custodiando a la diosa Ishtar, mientras ella trabaja con sendos shems en las manos. Cuando se trabaja en algo serio, lo mejor es estar rodeado de un buen equipo de confianza, pero sobre todo bien preparado.


La práctica, tan habitual y extendida en el ciudadano medio como poco reconocida, de hacerse con la energía de prójimo en beneficio de la propia, es tan antigua como la misma humanidad. No en vano, ya desde apócrifas instancias pseudo-bíblicas se nos recomienda aquellas sabias máximas de:

Te ganarás el pan,
con el sudor del de enfrente.
Morded y multiplicaos.”Mostrar más

Abraham Stoker falleció el 20 de abril de 1912, sin descubrir el secreto de Vlad. Estuvo cerca. No lo suficiente. Quizá la constatación de que hay mucho farsante y simulador dándose importancia, no sea el menor de sus legados. No quiero ofenderte con un socorrido D.E.P., que allí donde estás no gustan nada ciertos “guiños” ni las bromas de este tipo, es más, se añoran las esquisitas punzadas del gran coágulo, más conocido como “león negro”[3], tan lejos de la imaginación de los jovencitos de la saga “Crepúsculo”.


 
Ya nos lo decía el viejo conde, descendiente del Dragón: “Yo pertenezco a un familia muy antigua y me moriría muy pronto si me viese obligado a residir en una mansión moderna. No busco ni la alegría ni el júbilo, y menos aún la felicidad que obtienen los jóvenes por un bello día de sol y el murmullo del agua.” Nobleza obliga.

(Primer capítulo del nuevo libro: Conócete a ti mismo.)





[1] Societas Rosae Crucis In Anglia.
[2] Orgen Hermética Amanecer Dorado, que dejó de tener tal nombre después de 1901, para llamarse Alpha-Omega, se escinde de la SRCIA en  1902.
 
[3] Nombre británicos populares del Treponema Pallidum.

Sólo un mago es creador

“No soy más que otra boca sucia
hablando en medio de un pueblo sucio.
(Isaías)


“Ay de aquellos que hacen de la Sabiduría
su medio de vida, su negocio.”
(Rabí Moisés el Egipcio, hijo de Maimón)




El mundo sensorial, entendiendo por éste aquel que podemos llegar a percibir por cualquiera de nuestro indeterminado número de sinsentidos, únicamente supone un 3% del total. La realidad es, en su mayor parte, metafísica.
Una gran parte de la población, la gran mayoría, está muy satisfecha de desenvolverse ajena a tales niveles de incertidumbre, bajo lo que considera el control de su propia vida desde los designios de un yo autónomo.
El camino iniciático aspira a encontrar alguna forma de acceso a toda esa realidad trascendente, tan oculta como activa, tras lograr desembarazarse, durante la iniciación, de gran parte de aquellas estrecheces perceptivas con las que el “fantasma del ego” tiene brutalmente poseido al humano medio.
Haber accedido a la atmosfera angustiosa y onírica del Templo supone haber dado un paso transformador y transfigurador hacia el escurridizo ámbito de lo real.


Ahora que estamos siendo cocinados a fuego lento como la rana del cuento, y entre recorte y recorte, estamos inmersos en una nueva guerra mundial sin casi darnos cuenta, parece oportuno proponer a quién esto lee que se distraiga de sus distracciones y encare con valentía y rigor su lugar en el mundo.
La huella del origen de la vida que parece perderse en su evolución, queda impresa no obstante en el decidido movimiento de aquella hacia la conciencia de sí, su verdadero destino.
En ese devenir el ser humano deviene mago, síntesis transmisora del impulso creador que anida en él en forma de anhelo tan intenso como indeterminado. Una sola respiración, un paso consciente basta para devolvernos al Reino, a la Tierra de la Conciencia Pura, para traernos de vuelta a casa.
Descubro así Qué soy, Quién se asoma a través de mis ojos, alienta mis emociones, enternece mi corazón y le devuelve la paz al Alma.
Nuestras cualidades o defectos sólo hablan de la mera fase circunstancial, ocultando lo esencial del proceso que cada uno de nosotros está llamado a vivir y materializar. La falta de conciencia en nada enturbia la buena marcha de las cosas. Sólo logrará alcanzar la meta del gnóscete ipsum quién esté llamado o llamada a hacerlo. Eso es lo que a ella o a él le toca. Los demás continuarán con su digno papel de bastidor o decorado.
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Si lo esencial del ser humano es la naturaleza amorosa que logra cohesionarlo, su inteligencia indagadora, su conocimiento auto reflexivo, su necesaria inclinación a lo trascendente, su dirección irreversible hacia mayores cuotas de consciencia, cualesquiera que sean las formas que adopte en su andar, parece claro que, pese a su fenotipo,  no todos están genéticamente llamados a ser humanos. A algunos les toca trancurrir y suceder en la penumbra.
La conciencia humana influye  en la composición de la realidad. Los seres humanos actuamos sobre el mundo en la medida que lo observamos. Aunque en nuestra vida cotidiana las cosas parecen existir independientes sin que pongamos nada de nuestra parte, nada ocurre como parece. Lo que no dejó de traer fuertes dolores de cabeza, acidez de estómago y notables crisis de angustia a pensadores materialistas de la talla de Albert Einstein, o Max Plank.
El hecho de que no hay realidad sin conciencia no planteó tantos problemas a físicos como Wolfgang Pauli o Neils Bohr ni a matemáticos como Hermann Weyl  con su modelo de “campo”, ni tampoco a otros como Werner Heisenberg, Erwin Schrödinger, Fritjof Capra, Gary Zukav, John Wheeler o el malogrado biólogo Rupert Sheldrake, mucho más abiertos a la posibilidad de la indestructibilidad de la Mente por el Tiempo. Tiempo que ahora que se acelera, nos hace caer en la hinosis de que todo este esfuerzo parece haber quedado atrás en el sutil holograma de lo real. Parece. Sólo parece.
Nacemos llenos de potencialidades pero frágiles y necesitados, condenados a ser forma o fondo, al amor o la resiliencia que aparecen de forma impredecible en el tapiz de la existencia. Buenos y malos se suceden y relevan, haciendo -lo mejor que saben y pueden- cada uno su trabajo. Conscientes o no de su poder creador, todos igualmente condenados a ser libres, forzados al unísono a ser –lo quieran o no- responsables.

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Traspasa así el lector un umbral capaz de devorar el tiempo y devolver a su identidad todo el abanico completo de oscuras irisaciones que pueblan nuestros sueños más secretos, espejo crucial en el que al fin podemos llegar a conocernos y reconocernos.
Nuestras tan brutalmente aterrorizadas angustia y desesperación actuales, son eficazmente disipadas en los momentos de mayor oscuridad por los fragmentos contrapuestos que contienen una clara y luminosa enseñanza de alta sabiduría. En esos momentos, no es el ser dormido quien habla, sino el que se mantiene en vela, el que está despierto se haya dentro.
Se avecina el nacimiento de un “tiempo nuevo” en el que la humanidad sufrirá las convulsiones de un parto. El sendero que conduce a la vida eterna es delgado como el filo de un cuchillo, pero puede recorrerse a condición de no mirar a otros sino de mirar dentro de uno mismo. Es quien mira a los demás, quien termina perdiendo el equilibrio y cae. La serpiente cambia de piel. Espíritu invisible que vive eternamente y, en unión con todo, todo lo hechiza.
Lo masculino y lo femenino no estarán solamente en relación de polaridad, pautas genitales y emocionales insuficientes para aproximar a ambas partes a la trascendencia como lo logra una tensión espiritual y un antagonismo reales. Como bien saben cuantos han despertado y velan, controlando el destino de la humanidad, es absolutamente necesario morir y resurgir completamente del reino del espíritu en cada orgasmo.
Ardua y fértil es la tarea del autoconocimiento. Ella es la que hace de cada uno de nosotros un verdadero mago, creadores a imagen y semejanza del Creador.
Un nuevo libro, una nueva arma de destrucción masiva mientras la censura lo consienta. Queda bien advertido quien se acerque a esta obra sin la magnanimidad suficiente de que se haya expuesto a cometer una suerte de suicidio intelectual sobre sí mismo y el confortable nido de certezas que le rodean.

 Y dado que no hay mal que por bien no valga, podrá así el lector que se aventure a digerir estas tóxicas páginas darse la ocasión de comenzar quizá una nueva vida, lejos de la realidad consuetudinaria y bien a salvo de su formidable patraña.

(Prólogo del próximo libro: Conócete a ti mismo)



martes, 17 de abril de 2012

VIRTUD: Nuevo Exito Editorial



Una vez más, y en su línea innovadora de rescatar del olvido al mundo clásico, la editorial QyDado nos sorprende con un nuevo éxito editorial, en esta ocasión centrado en un concepto de importancia clave, a tenor del signo de los tiempos que vivimos: La VIRTUD. El arte de la excelencia cívica.


Ofrecemos, en rigurosa exclusiva, un extracto de su índice de contenidos y un link para aquellos "raros" seguidores de este blog, que quieran comenzar a disfrutarlo ya mismo y ¡a todo color!


  0. PRÓLOGO.
  1. ¿A QUIÉN LE REZAN LOS DIOSES?
  2. UN FOLCLÓRICO FUEGO.
  3. RETRATO ARCOIRIS.
  4. EL JARRÓN GODO.
  5. DEUS STOCHASTICUS.
  6. 22 Y 6 + 1
  7. DODEKATLOS.
  8. CORONA AZUL Y CORONA ROSA.
  9. MUSHKENUM DISIDENTES.
10. VIRGO ET MATER DEI.
11. MEMENTO ARS MORIENDI
12. ARETÉ (VIRTUD)

No te lo pierdas. Disfruta aquí de su lectura totalmente gratis.

martes, 10 de abril de 2012

domingo, 8 de abril de 2012

La miel de Himeto

"No hay mejor ofrenda al templo
que la disciplina del alma."
(Jámblico de Calcis)

"Dijo el oráculo en Delfos,
que sólo cabe liberación al alma grande,
aquella que se inicia por sí misma."
(Proclo de Costantinopla)





En estos agónicos momentos finales de mi malogrado cursus honorum, en el que no se atisba ninguna sella curulis ni respaldo edilicio alguno en el horizonte, quiero cantar aún la gloria perdida de la gloriosa ANA, en esta aldea forzada a ser global, que reniega de Grecia Mater y en donde el resplandor de Fidias y el buen hacer de Pericles son ya una mera curiosidad, menos venerada que pasada de moda.

Continuaré honrando el beneplácito de Demeter (aunque aún me falta encontrar la media), celebrando mensualmente los misterios frigios y observando los días nefastos que nos legó en negro limo de Kemi. Mantendré constante mi devoción por los atributos paganos como la Isis de Filé, el Júpiter Marnas de Gaza, Teandrites de Pancaya o el mismo Esculapio Leontiqueo de Ascalón.

Me mantendré bien atento al epifánico susurro que destila la quietud de la noche, mientras regrese a mí el aliento divino, que agradecido entrego en sacrificio perpetuo, hasta que llegue la ansiada hora de volver a embarcar y surcar con raudo anhelo el cielo.  Que no necesita ábsides el peristilo oriental, que valgan, para que mejor resuene la evocatio durante el noctuno oficio divino del Consejo.

Y seguiré, mientras los dioses sigan siendo benévolos con su indigno siervo, dando testimonio de los preciosos hexámetros en lengua helena, diadoco involuntario y a destiempo, Proklos h peri eudaimonias mediante, que reniega de una Europa sin Hélade.

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miércoles, 4 de abril de 2012

Balance y cierre

"No existe mayor tortura ni peor desgracia
que la esperanza."
(Kapilá Muni, s. VI a.C.)


"Purusa significa: Aquel que disfruta,
esto es, quien no produce ni es producido.
No otra cosa es el Espíritu."
(Isvara Krsn, Sâmkhya Kârikâ)



Resulta fácil imaginarse la gran excitación aquel jóven iniciado en los misterios de Apolo, con apenas veinte años, al divisar al fin las costas de Rakotis, como colofón del viaje instigado por el hiperboreo Abaris y a instancias de sus venerables maestros Ferécides, Tales y Anaximandro, para así empaparse de la sabiduría de Kemi en Iunu, Inebu-hedy y Uaset. 
Fue allí donde aprendió la importancia del secreto y la pureza, como garantes de la areth, que posibilita el encuentro con el propio neter, tras el skhm jchet, en el marco ritual del per-ank, primero de los shem netjer egipcios y luego de los magi medos en Ka-dingir.
Con tan sólo treinta y cinco años, fundaría su primera escuela de misterios, el “Hemiciclo”, en Samos, aunque sin ningún éxito: “nadie es profeta en su tierra”…
Fueron los iatromatis apolíneos, de la escuela de Elea, quienes más le insistieron e invitaron a migrar hacia Crotona, dos años más tarde, y establecer allí su sinagoga. Así, la semilla de los matematikoi y akhousmatikoi pudo arraigar firme en el sur de italia y extenderse por Sibari, Tarento y Metaponto.
Esta última fue la que hubo de servirle de refugio, huyendo de las hostilidades del despechado Cilón, a Ptah Goré, o el “Gran Ptah”, nombre iniciático con el que fue reconocido en Egipto, que aún pudo regresar a Crotona con cien años y todavía llegar a abrazarle el alma a Empédocles.
Afortunadamente no vivió lo suficiente como para llegar a ser testigo de la tragedia ocurrida en la Casa de Milo, ni para ver como le arrebataba los sagrados números -para así prostituirles, sin el menor escrúpulo- la vil bajeza de los mercaderes.
Pese a quien pese, las escuelas de misterios aún siguen vivas, aunque ahora extremadamente escondidas y, prácticamente invisibles, cumpliendo con eficacia en la actualidad su misión fundamental: la de renovar en el ser humano el contacto, la comunión y unión con lo divino, la virtus teúrgica, fundamento sin el cual el resto de virtudes físicas, éticas, políticas, catárticas y teoréticas, han de resultar prácticamente espúreas y del todo vanas e impostadas, meros simulacros carentes de sentido.
Fue tan sólo cuando los sacerdotes perdieron su Virtud, según nos cuenta Marino de Neápolis, cuando el limo negro surcado por el fecundante padre Nilo –como sucede a tantos y tantos  imperios de antes y después- vió mancillada y extinta su hegemónica gloria. Allí donde antaño hubo un faro que iluminaba a lo mejor de la humanidad, hoy sólo quedan inscripciones sin vida y lerdos turistas haciéndose fotos entre las ruinas.
Nada nuevo bajo la atenta mirada de Rá. Nada nuevo. Manifiesta terquedad la de quienes se obstinan en negarse a reconocer que están ciegos.


Quienes añoran poder regresar a un reconfortante pasado, o aguardan llenos de temor la llegada inminente del amenazador futuro, pertenecen a una misma subclase de seres infrahumanos: los cobardes.

Quienes habitualmente presumen de buscadores y dicen hayarse preocupados por encontrar la verdad, el conocimiento, la liberación interior o la luz... no lo están. Sólo es una mera pose ficticia que encubre su verdadera condición: la de unos vagos irredentos que buscan una salida cómoda y fácil de la carcel de la existencia, sin hacer el menor esfuerzo. Liberados de salón y pantuflas, que para escapar de la falacia materialista se arrojan en manos de la falacia salvacionista. Y viceversa. No engañan a nadie. Dignos herederos de Cilón, son indignos merecedores de adentrarse en los secretos misterios.


"El mercenario guerrea por la paga.
El soldado de ley, por sentido del servicio.
El verdadera kchatriya, para alcanzar la victoria.
Sólo el virya lucha porque no puede hacer otra cosa.
Nada debe. Nada ansía. Nada busca.
Igual que la luna resplandece, las gopis danzan
y la abubilla instruye... él se entrega al combate."
(Shamkara Acharya, Comentarios al Vedanta)


Nuevas completas

Señor me ha dado una lengua de iniciado,
para saber decir al abatido
una palabra de aliento.
Cada mañana me espabila el oído
para que escuche, como los iniciados.
El Señor Dios me ha abierto el oído;
y yo no me he echado atrás ni me he rebelado.
(Isaías 50, 4-5)

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"Más allá de la esfera que más veloz gira,
pasa el suspiro que de mi corazón sale:
inteligencia nueva,
que Amor llorando infunde en el corazón,
y hacia arriba lo tira".
(Durante, Vita Nuova)

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Lo oculto (la latencia) es el presente demostrable del futuro.
La transparencia (lo diáfano)
es la forma fenoménica (epifanía) de lo espiritual.
(Jean Gebser, Origen y Presente)

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Un año más, madrugó más la Semana Santa (todas lo son), imploro el cálido abrazo de Mnemósine, en esta hora tan dulce en la que el resplandor del día abandona y se retira, dejando paso a la caricia de la noche: ”Te luces ante terminum”. Hora en la que los amigos amados ya se han ido y regresando la nostalgia al corazón de aquel que busca, lo derrite. El alma enamorada se acongoja al escuchar en la distancia el tañer de la campana vespertina, llorando por otro día que  -cumpliendo su destino- muere: “l'ora che volge il disio ai navicanti e 'ntenerisce il core” (Purgatorio XVIII, 1-6).

Recordar una vez más el rostro bien amado de Beatrice Portinari, descendiendo de las nubes, tratando de digerir –sin llegar aún a conseguirlo del todo- que yo también me había cansado en vano y había gastado mis fuerzas para nada. Asumir que es necesario mirar hacia delante, ahora que ya no queda nada  a lo que volver.



¿Qué hacer ahora con los dones recibidos?  ¿De dónde sacar las fuerzas, para mantenernos fieles a la misión recibida, para sostener con firmeza aquel juramento que hicimos de servir Su Voluntad con una entrega radical y amorosa, ahora que las cosas se ponen cuesta arriba? ¿Cómo no desmoronarse ante el celo de las cuchilladas del arrepentimiento y aliviar el profundo sufrimiento de descubrirse en la prueba, abandonados y solos? ¿Cómo es posible encontrar, en proceloso itinerario por el mar nocturno, un modo de remontar este voraz sentimiento de fracaso, y poder seguir llevando Palabra de aliento al abatido,  cuando somos ahora nosotros quienes, fatigados del camino, adivinos cegados por la doble experiencia mal digerida, se encuentran más que nunca indecisos y desanimados?

Lo sé: si viene, conviene. No hay razón alguna para rebelarse y echarse atrás. No fuimos iniciados para dar satisfacción a nuestro gusto ni para que se cumplieran ninguno de nuestros deseos. No permanecemos en esta Vía para escuchar el permanente cacareo egoico de nuestra voz, sino para servir, haciendo nuestra, la Voluntad de la Suya. Por Él, con Él y en Él depositamos aún nuestra maltrecha confianza, acogidos al yugo protector de la Presencia.

En aquel sueño, alegre me parecía Amor, teniendo
mi corazón en la mano, y en sus brazos una
dama, envuelta en un lienzo, dormida;
Después la despertaba, y de este corazón ardiendo
ella espantada humildemente comía,
y después irse la ví llorando. (Durante, Vita Nuova, III)

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La Naturaleza se despierta del letargo invernal, en esa muerte necesaria para regenerarnos y seguir vinculados a la vida consciente, la única forma real de vida. Os invito a trabajar intensamente sobre vosotros mismos en estos días de Santa Oficial Semana, disolviendo aquellos elementos indeseables que cargamos a menudo en nuestro interior: miedo, odio, tensión y agitación. Así podrá entrar la Presencia de la primavera divina en nosotros y fecundar nuestra pequeña alma, y tornarla grande. Propiciad el reencuentro: recordad que, en esencia, no somos más que el producto de nuestras acciones y reacciones concordantes.

En en parque de los almendros, cuajados ya de preciosas flores menudas, la primavera asoma curiosa y risueña en cada brotecito de hojas nuevas y tiernas, entregadas livianas y desinteresadamente, a trasformar la luz en espíritu respirable. Silenciosas, fabriles. Como ellas, insisto, no somos sino el producto de nuestras acciones.



Ésta es -para aquellos que están atentos- una Semana Santa especialmente regeneradora. No os dejéis arrastrar por nada que no sea esencial. Deteneos a observar como la naturaleza se regenera y, con ella, nosotros.
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Mundus volvitur, sed Deus manet semper. Mi corazón late en calma. Afuera redoblan sumisos los amenazadores tambores. Jueves Santo, 2012: cúmplase certera la eterna Pasión. En tus manos encomiendo mi alma cansada, Padre.

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Regresa siempre A la Presencia, corazón mío.
Siente Su Paz... siente Su Paz...
Míralo así, corazón mío:
“Vide, vide, Cor Meum”.

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