Hemos de puntualizar algunas cuestiones básicas del desatino profano. Los insensatos espíritus satánicos sólo se complacen con ilusiones delirantes ¿Cómo puede ser que sus descripciones evoquen con cierta precisión el vaso alquímico en la primera operación? Aquella diabólica luz azul recuerda la primera conjunción a partir de la cual se hace el mercurio de los filósofos, donde las partes volátiles bailan alrededor del fijo antes de ser digeridas en él poco a poco por cocción. El beso in cauda dorsi, el palo de la escoba y sapos… Efectivamente, el mismo espíritu puede ser llevado, bien a licencias demoníacas cuando sueña, o bien, cuando acecha en misterio el obrar sagrado, a contemplar aquel baile encendido en el santo vaso. Sin sospechar estas máscaras, ciertamente sólo fueron adoctrinados por el Leteo. Quien solo dice haber visto fuego, realmente nada vio…
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