"Algunos recuerdos son sorprendentemente inesperados, no se buscan voluntariamente y tienen una fuerza evocadora intensísima. Una memoria que posee una fuerza perturbadora porque sabe cómo suscitar recuerdos que no pedimos y llegan a nosotros poderosamente intactos. Frente
a una multitud de pensadores sentados a una mesa, encorvados sobre los libros,
la cabeza inclinada sobre las palabras que han de decir el mundo, pero que lo
han borrado en beneficio de las ideas, la epifanía pagana del proyecto
vitalista de Nietzsche defiende que la praxis filosófica revolucionaria se gesta
caminando: el eterno retorno dicta la ley, la mágica alquimia del amor fati nos
construye poderosamente transhumanos… Así, a nuestro pesar, las novedades surgen por doquier para ser
indiscutiblemente ejercidas."