"En lugar de reprimir o negar estos impulsos, deseos inaceptable o
deseos instintivos, frecuentemente de naturaleza sexual o agresiva, la
sublimación inconsciente redirige la energía psíquica hacia actividades
creativas, productivas o culturales socialmente valoradas, la canalización de
la energía sexual en la creación artística, el logro académico, el compromiso
social o político. Este mecanismo de defensa crucial en el desarrollo
psicológico saludable y la formación de la personalidad, que permite así a las
personas adaptarse a las normas y valores culturales sin tener que reprimir por
completo su pulsión instintiva, ayudando a reducir la ansiedad y la tensión
emocional y proporcionar una vía constructiva para lidiar con los conflictos
internos que, en lo secreto, atenazan lo humano..."
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