"Aquí y allá, en el infinito universo y en la ínfima célula,
existe una única luz. Una luz que baña las estrellas y el intelecto. Es lo
mismo arriba que abajo, ¿cómo podría haber disconformidades entre las partes de
un mismo todo? Quizá las distinciones se originen en el propio proceder del ser
humano que en su mente distorsiona el devenir del cosmos. El problema reside,
seguramente, en la riqueza de la mente que es capaz de distorsionar, pervertir,
degenerar. Es una riqueza, pero extraña y difícil de comprenderla. Un canto magnifico
y profundo al enigmático concierto del cosmos, pues es precisamente este
espíritu sin nombre el que genera la totalidad, con sus partes y que las
sustenta..."
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