martes, 16 de julio de 2024

Puer y Senex

 


"Quizá, lo que más reprimimos en nuestra sociedad no es el sexo sino el deseo de belleza sin riendas, como ocurre en el deseo de los niños de vivir enamorados de las cosas (como Pan), de unirse con ellas sin pena, enfrentados siempre con los extremos en las fronteras de la curva de la normalidad. A este esquema de lo más reprimido habría que añadir a también a la muerte y a la senectud como imagen progresiva, lenta e intolerable de la muerte. Reprimimos y expulsamos a la vejez para que no nos recuerde la muerte que seremos, las dos terminaciones nerviosas de la existencia humana, que se tocan remotamente en el azul de otro mundo... la posibilidad no reconocida de hacer de la vida una alquimia interna. Reprimimos a la vejez porque nos recuerda la  inevitabilidad de la muerte; así nos aferramos ilusoriamente a esta vida material, ignorando la gran frontera que la llama y la posibilidad que la misma muerte nos ofrece para enriquecer la vida..."


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