viernes, 30 de diciembre de 2011

Marchando una de templarios

"Las principales Órdenes iniciáticas del Islam,
las de mayor jerarquía y las más cerradas", 
se relacionaron en el siglo XIII con las Órdenes de caballería"
(René Guenon, Esoterismo en Dante) 

"Vive mon Dieu, Saint Amort"
(Grito de guerra templario)



Lo avisé. No hay novela que se precie que no haga una referencia directa o indirecta al secreto o al tesoro de los templarios. Y la nuestra no va a ser menos. Ahora sólo nos falta un productor solvente que financie el guión.


Seguiré un criterio cronológico para describir los hechos acaecidos, en su mayor parte desconocidos para el gran público. Lo cuento tal y como me lo contaron. Esto es lo que sé:


1103 AD/ Benardo del Valle Claro asiste con la extremaunción y el viático al poeta Donach O’Higgins, quien le transmite una serie de secretos conocimientos que reconoce útiles pero de todo punto incompletos. En su último aliento, el demente poeta nonagenario solo pronuncio tres palabras: "Imbas Forosnai Hierusalem"; y tras hacerle entrega al abad de varios pergaminos muy deteriorados, en los que aparecían extraños diagramas y símbolos, los cuales aparecían encabezados con el decolorado y prácticamente ilegible título de “Tarbhfeis”,  el bueno de O`Higgins expiró su último aliento, fundiéndose con su Creador y poniendo al abad Bernardo en un brete morrocotudo.




1104 AD/ Hugo de Payns parte hacia Nev-Sabur en misión privada, con un salvoconducto del Conde de Champaña, para ser recibido en la corte del último emir sasánida, Ismail II. Allí conoció a el Sheikh Abdul Rahman Sulami, quién le animó a convertirse al Islam y, cuatro años más tarde, le impuso el kirqa, instruyéndole sobre práctica de técnica de la griega de la incubatio: "aquella que permite alcanzar la santidad", es decir, el conocimiento directo de la divinidad, haciendo innecesarios los ritos. Payns tuvo ocasión de experimentarla en una suerte de tumba escavada en la roca y orientada con los pies al este, en el interior de cueva situada al pie del Koh-i-Binalud, hoy ya invisitable tras su total destrucción por un violento seismo. Este contacto le permitió familiarizarse de primera mano con los valores y requerimientos de la caballería espiritual, que luego serían trasladados y trasplantados en Europa. Fue así como la rama occidental de la marchita cristiandad fue injertada dentro del tronco del Olivo. Los Fidei de Amore y los Magistri Comanccini recogieron el testigo técnico tras la agetreada disolución de la Orden (Véase más abajo).


1108 AD/ Bajo el protectorado de Balduino II, Hugo de Payns parte con otros ocho nobles los cuales son iniciados en la Tarika de la “Mezquita más lejana”. Años mas tarde, a su regreso a Francia, la disciplina o yihad de la caballería islámica se instaura en Europa bajo la marca “Milicia Ungida o Sagrada”, organizada en logias cuya estructura es muy similar al de la Masonería Azul. Último intento de inseminar y fecundar espiritualmente la vulva reseca de la Cristiandad, que no su ano, que es lo que ha trascendido.


1306 AD/ Esquieu de Floyran pretende inmiscuirse en los círculos internos  de la Orden con tan poco afán espiritual y tanto descaro que es rechazado. Frustrado y despechado, este insigne 007 del siglo XIV, precursor del insigne Leo Taxil, se inventa un bulo difamatorio como venganza, que acabaría siendo parte de leyenda negra de la Orden, y trata de esparcirlo por las cortes de Francia y Aragón, a las que tenía acceso. Jaime II, conocedor y protector del Temple, no le da ninguna credibilidad, pero el perspicaz Guillermo de Nogaret, que pasaba muy mucho de secretitos espirituales y ritualísticos pero que sabía a ciencia cierta que "Dios se escribe con decimales",  ve una excelente ocasión de hacerse con un buen bocado de la pastizara de la Orden; un peculiar estilo de convertir plomo en oro que aún perdura en los actuales mercados financieros. Una vez más, tal y como registran las caricaturas de la época, la historia la escribe la infamia. En ella podemos ver a lo que "parece" un derviche persa ¡tocado con la cruz!, sodomizando a un pobre monje, imagen que marcará para siempre el morboso imaginario colectivo hasta nuestros días. Aunque, a decir verdad, a mi me parece más bien un diagrama médico que explica el modo adecuado de realizar una buena exploración proctológica.



Lo de las luchas de espaditas, argumento explotado hasta la saciedad por la factoría Hollywood, ha impreso también su particular sello caracterísitco en el ámbito de la caballería espiritual neotemplaria, aunque sin saber resolver muy bien y de un modo tranquilizador definitivo lo de dos soldados sobre un caballo, que para el sector más conservador de cuantos gustan disfrazarse de soldaditos medievales, exhala un tufilllo a lo Brokeback Mountain de lo más sospechoso. Parece que lo de la sexualidad "sagrada" sigue siendo un “terreno vedado” y resulta evidente que el Cantar de los Cantares no es precisamente un hit de la MTV. La primaciá de lo profano, escondida bajo el cómodo paraguas de la laicidad, campa por sus fueros. Shakira, Lady Gaga y sus huestes rivalizan con la Reina de los Cielos.




Seguro que muchos templarios se asombrarían al ver que en nuestro avanzado siglo los "sodomitas" se casan por lo civil con total desparpajo, y que la "simonía" es una loable virtud, plenamente santificada por los templos financieros. O no; ahora que lo pienso con más detenimiento, a lo mejor ellos son los que en realidad, y actuando siempre desde la más oscura de las sombras, son responsables anónimos de que podamos disfrutar tal cuota de progreso social. Un capítulo más del Juicio de Dios.  La conspiranoia distractoria está servida.


1307 AD/ Santiago de Borgoña, Gran Maestre o Mulah[1] (versión Islam) de la Orden, es detenido a traición y quemado vivo siete años más tarde. Los pocos que han podido salvar el pellejo salen en barco hacia Escocia y Portugal, y a pie los que se refugian mientras pasa la tormenta en Italia y España, llevándose consigo el “secreto  griego de la lana.” Afortunadamente los inquisidores están volcados en el trasiego financiero del terremoto templario que en otros asuntos valadíes.


1308 AD/ Clemente V se desmarca de haber cedido a la presión y chantaje de un Felipe IV completamente feliz de ver esfumada su Deuda Soberana, y trata de justificar el "mal menor" de la purificación ignea del Temple para evitar el "mal mayor" del desprestigio institucional que supone un cisma. Pragmatismo eclesiástico. Lo que no dice el Pergamino de Chinon es todo lo que la Iglesia Católica le debe al Islam, en lo que se refiere a su rehabilitación espiritual, asunto menor y tan alejado de los importantes asuntos mundanos. Será quizá por su particular interpretación del lema favorito del innoble Felipe IV: “Perdónanos las deudas”, ah, no, que ahora son “ofensas”. A ver quien es el guapo que se atreve a llevar a la hoguera ahora a Lloyd C. Blakfein, director ejecutivo y Gran Maestre de la multinacional financiera Goldman Sach. "¿Hay algún Esquieu de Floyran voluntario entre los presentes?". Resulta muy reconfortante saber que "lo mejor" del espíritu templario aún se encuentra, y más vivo que nunca, entre nosotros.


1687 AD/ El papa Inocencio XI ratifica la sentencia contra Miguel Molinos, por la publicación de su Guía Espiritual, que, comó su autor reconoce libera el Alma, al conducirla por un camino interior hacia la perfecta contemplación, permitiéndola alcanzar el rico tesoro de la Paz Interior. Tras sufrir violenta tortura, terminó prácticamente su vida en mazmorra, hasta rendir cuentas con el Eterno en 1696, sin llegar a ver realizado su anhelo de volver a solazarse en los campos de Muniesa, su tierra natal. Roma perseguirá esta práctica con la misma vehemencia con que antes exterminó a los cátaros, bajo la etiqueta maldita de Quietismo. Nuestra incubatio quedó así sentenciada para ser desterrada de occidente. Bien se encargó de materializar tal maniobra la Iesu Societas, que logró imponer sus Ejercicios (mal llamados espirituales) frente al tesoro de la verdadera Contemplación, generando una "feliz" tergiversación que durará hasta nuestros días: la confusión entre el ámbito de lo mental y lo espiritual. La Gran Satánica Distracción.


2011 AD / A día de hoy, ya casi nadie recuerda a Hugo de Payns como uno de los mejores ejemplos de la defensa del diálogo interreligioso y la alianza de civilizaciones, fiel al espíritu pacificador de aquel Islam del s. XI. Estas historias no venden en un Hollywood embarcado en situar al último valuarte de la espiritualidad auténtica dentro de los campos semánticos del fundamentalismo y el eje del mal. Una batalla sin cuartel por las ideas y demasiados intereses geoestratégicos en juego. Las cruzadas que pueblan nuestro imaginario actual se parecen más a las masacres trascurridas en el pedido comprendido desde mediados del XVIII al recién entrado siglo XXI. Los videojuegos de Assassin y Call of Duty no se diferencian demasiado en lo esencial, tecnología mortífera aparte. No digo que las cruzadas fueran un paseo de preñadas, pero su estudio académico está demasiado contaminado por el paradigma bélico moderno. En un siglo en el que las Naciones Unidas y los Guantánamos conviven en paz y armonía, sin estorbarse, lo que aparecen como pelis y efectos especiales en nuestros sofisticados plasmas, son verdaderas y mortiferas guerras disfrazadas de un espectáculo que, bien mirado, jamás pueden haber estado inspirado por un verdadero afán espiritual. Otra cosa es que nos guste disfrazar la política ligada a los más bajos intereses colonialistas mundanos, valga la redundancia, de terrorismo religioso. La excusa es lo de menos, ya que Dios no va a mover un solo dedo por cambiar las cosas. ¿A ver si después de todo van a tener razón los ateos? ¡Qué bien, así se acabarán de una vez por todas las guerras de religión!




Se me olvidaba: parece que el "Dios de los decimales", anda muy activo últimamente. Tiene ganas de “esquilar”. Y no le faltan fieles integristas incondicionales. "¡Todo sea por la pasta!"


 Una cosa más. En uno de los pergaminos del difunto Donach O’Higgins (q.e.g.e) que conservo como oro en paño[2], aparecía en verso gaélico la siguiente triple profecía para el año que viene, la cual no tiene nada que envidiar a cualquiera de las profecías[3] ( ) que hoy circulan por ahí:


Convenientemente traducido del dialecto druídico al Sumerio por Zacarías Sitchin, y del Sumerio a lengua romance por quien suscribe estas palabras, el denso contenido literario de dicho pergamino profético , reza en los siguientes términos:


“Primera clavícula: En el 2012 no va a pasar nada nuevo. El mundo seguirá igual de mal que siempre para los de siempre y, un poquito mejor para los de siempre, que siempre (no sé muy bien por qué) son bastantes menos. Unos y otros serán un año más viejos.


Segunda clavícula: Aumentará de forma notable la venta tanto del material catastrofista como del positivista. Recomendamos invertir en el asunto, desde ambas posturas. Y nadie, repito, nadie, se atreverá a poner en práctica la técnica de la Incubatio. De hecho dicha técnica no existe. Es una palabra vacía.


Tercera clavícula: La ciencia moderna, muy en su papel, hará un gran y espectacular descubrimiento científico, tal y como se recojerá en los titulares de un pergamino del futuro que será llamado Oráculo Scientific American: “Los seres humanos dan lana.”[4] La gente no les creerá semejante despropósito, toda vez que la caja de fantasmas y las tres uves dobles no dirán nada al respecto. Donach O’Higgins dixit, Filii, 17 de Litha 1064 A.D.”


Hasta aquí la profecía.


Los que, por un azar esteis leyendo esta sarta de desvaríos una vez pasado el 21 del 12 del 2012, tendréis ocasion de poder juzgar la veracidad o falsedad relativa de tan arriesgadas aseveraciones, toda vez que se adentran en los umbrales de un futuro tan remoto como impredecible. Uno de los mayores placeres de "los que gobiernan en la sombra el mundo" es ver la cara que se les queda a los falsos profetas. Todavía quedan placeres únicamente reservados a los verdaderos dioses (del decimal, se sobreentiende)...


Ha sido un placer tenerte leyendo hasta el fin. No te creas nada que hayas comprado por ti mismo, sobre todo si media la ingesta de alcohol, ni siquiera nada de lo que duda Descartes...


¡Cuánto más habrás de poner bajo sospecha es este inocente y distractor divertimento, que he tenido el gusto de compartir, de manera cómplice, contigo, amable lectora o lector.


¡Quién sabe! A lo mejor te encuentras, un día de estos, con un misterioso paquete de pergaminos rúnicos entre las manos, y sabrás sentir el mismo brete morrocotudo que Bernardo del Valle Claro en 1103, o, mejor aún, paladear el sabor de la miel que mana del pecho mismo de la Madre de Dios en tus propias papilas gustativas... ¡Todo es proponérselo!


Sea como fuere, nunca olvides la seria advertencia que recibimos de la pluma de Durante Alighieri en 1304, cuando afirmaba que lo espiritual es un asunto demasiado serio como para dejarlo en manos de nadie, y que lo que habitualmente nos venden como tal no es sino "Divina Comedia", infernalmente distractora. Aviso para buscadores de tesoros y demás navegantes. Ten cuidado, no te distraigas, o te encontrarás allí donde van a parar los que pierden toda esperanza...





[1] Lo del Señorío de Rahon no se sostiene, se lo mire por donde se lo mire. Molay es una degeneración francófona del Mulah islámico, que se aplica a quién tiene la autoridad espiritual. Vamos a ver, ¿qué tiene de malo ser una autoridad de referencia a un mismo tiempo en dos religiones monoteistas que pese a aparentar estar enfrentadas, comparten y se vinculan mediante santos y textos sagrados comunes? Tampoco es tan raro, vamos, digo yo.
[2] No recuerdo bien si venía como obsequio en Enigmas, Año Cero o Más Allá. Seguro que en alguna de las tres.
[3] Póngase el epíteto preferido por el lector. Alguna sugerencia: mayas, hopis, sumerias, atlantes, dogones, extraterrestes, intraterrestres, pseudo-terrestres, terramedianas o hobbits, illuminatis, judeo-masónicas, medio pensionistas de la estricta observancia de las JONS, hiperbóreas, tibetanas, vaticanas, danbrownianas… (la carta es prácticamente interminable).
[4] Cosa que llevan sabiendo toda la vida los sufíes. Como dice una historia de Nasrrudin, de manera bien explícita y casi irrefutable: “¡Pues anda que no hay borregos!”

No hay comentarios:

Publicar un comentario