"Una barrera invisible entre dos mundos: Consumimos ávidamente las piezas capturadas en la cámara oscura de nuestra mente. En consumo es interior, pero la cacería se realiza fuera, en el mundo exterior. Sin querer, la mente
nos va narrando una historia y construye para nosotros un escenario que acabamos confundiendo con la realidad.
La
mente nos dice que existe un mundo externo lleno de
objetos placenteros, desagradables o neutros y un mundo interno formado por nuestras sensaciones,
emociones, ideas y afectos.
Ese mundo
interior está habitado por un ser misterioso al que
llamamos Yo. No sabemos realmente quién es, pero creemos que es
el que se levanta por la mañana y se acuesta por la noche. Responde a nuestro
nombre y está cargado de intereses y
expectativas. El hambre es su motor y el deseo, el timón que
guía su rumbo."
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