"Los antiguos saberes, que derivan de una tradición primordial común refieren un oscuro inicio cósmico, de una secreta y misteriosa configuración que asigna a cada evento un lugar indeterminado en la compleja danza caótico-cósmica del multiverso. Seres e ideas se hayan misteriosamente conectados por flujos de energía interactivos. En conciencia, , entrópicamente nada se crea ni destruye, todo es proceso, espejismo de transformación, perspectiva. Quizá, trazar una suerte de distinción espacio-temporal entre el yo y lo real es un arbitrario quehacer sin sentido: un artefacto del lenguaje. Nuestra propia visión de la realidad solo existe en la medida (matema) que se relaciona con nuestra íntima observación. Entre el solipsismo y la gnosis nirvánica, los grados y matices son tan irreales como infinitos... ¿Apostamos?"
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