"Si el problema no es el origen de la experiencia, es
entonces el de una continuidad que es su propia incertidumbre. Si aceptamos,
por ejemplo, que algo se expresa cuando una ventana en una habitación se
cuartea por cambios bruscos en la temperatura, o que una lengua se excita al
permearse del sabor de una fresa, o se resuelve una operación matemática, la
reacción es incomprensiblemente distinta. Y si pensamos desde la perspectiva neuronal,
no sabemos cuál sería el cerebro simplísimo de una ventana, o qué queremos
decir por cerebro, ventana o unidad al hablar de consciencia. Es decir, todo
opera contra y por la unidad..."
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