"En la antigua Grecia, las catárticas lustraciones, ya que
los griegos creían que el agua de manantial tenía propiedades purificadoras y
se sumergían en ella para eliminar cualquier impureza y restaurar su estado de
pureza. En la antigua Roma, se practicaban rituales de purificación conocidos
como lavatio o ablutio que consistían en el lavado de manos y cuerpo en fuentes
de agua sagrada, como ríos o fuentes, antes de participar en ceremonias
religiosas o eventos importantes, convencidos de que el acto de purificación a
través del agua eliminaba cualquier contaminación espiritual o física. Del mismo
modo, el bautismo iniciático público de arrepentimiento en el Jordán, durante
el período del Segundo Templo en Jerusalén, dirigido a aquellos que buscaban un
nuevo comienzo y deseaban arrepentirse de sus transgresiones y el íntimo uso ritual
del mikvé como un acto simbólico de purificación y renovación espiritual tienen
un excelso significado profundo: renacer del agua y proseguir purificados el viaje
espiritual…"
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