"Al considerar la
modulación de eros en philia, el impulso sexual puede ser
perturbador pero quizá, por encima de todo, la cualidad que le es más propia es
que termina, es finito. A la fogosidad de la juventud se impone la mansedumbre
de la madurez, los vientos cálidos e impetuosos del verano se reducen a una
corriente más bien dócil y apenas perceptible en el invierno de la vida, y
aquel desenfreno que quizá caracterizó los años jóvenes de una relación con el
paso del tiempo se convierte en la energizada serenidad de la camaradería. El
amor termina asesinado por la amistad pero la suya es una muerte dulce. Los bifurcados ríos turbulentos mueren sosegados en la calma del mar…"
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