"Vivimos inmersos en la
prevalencia de la ignorancia y la falta de sabiduría en la sociedad, destacando
la tensión entre el conocimiento y la necedad. Así, argumentos tales como la cultura de la cancelación, la corrección
política extrema, la proliferación de los medios sociales sensacionalistas, el
creciente anti-intelectualismo, un mayor enfoque en la igualdad que en el
mérito, el interesado ruido informativo, la presión de los algoritmos de redes
sociales, el creciente miedo a generar controversias, el establecimiento de una
cultura de la gratificación instantánea donde impera una educación superficial,
la saturación de la economía de la atención, desconfianza en los expertos
posturales, el fomento de la polarización política, la censura y autocensura
junto con protección de la autoestima de los necios, presentan una visión
crítica de cómo ciertas dinámicas sociales y culturales pueden contribuir a la
supresión acelerada de voces inteligentes y bien informadas en la sociedad
actual..."