miércoles, 24 de abril de 2013

Atención


 
 
Sin apenas hacer ruido, el saber tradicional continua ayudando a la cultura humana en los necesarios dolores que preceden al parto, con una luz capaz de abrir los ojos del corazón, conocedor de que, ya que  toda percepción es un proceso de dentro a afuera, basta con cambiar nuestra mirada para con ello transformar el mundo. Allí donde se preserva lo mejor de nuestra especie, el ser ontológico de cuantos alcanzaron así un corazón y el alma más depurada, consiguiendo entrar en el círculo de los que lograron expandir la conciencia y desde allí permanecen y actúan unidos, a salvo de nuestra ignorante soberbia.

 
Descubre el itinerario personal de cuantos anhelan pertenecer a este peculiar grupo de seres humanos a la máxima potencia que supieron manejar el recurso energético más valioso que aún existe y donde radica nuestro poder más insospechado: la energía de la atención. Sólo quien es completamente dueño de su atención puede afirmar que es dueño de su propia vida y fluye con ella en libertad. Su alma carece de nudos emocionales en los que la atención pueda caer atrapada y agotarse. No la distrae ni siquiera la memoria de la muerte.

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