"¿Cuántas veces recordamos
a los ausentes porque dejaron una huella emocional profunda en nuestras vidas
que aún perdura? Su legado emocional sigue en nosotros, afectando nuestras
decisiones y acciones. Sigue viva la gratitud y el aprecio por lo que hicieron
por nosotros, sus enseñanzas y anhelo de celebrar los momentos que compartimos
juntos, reforzando un sentido de pertenencia y continuidad, como una forma de
honrar su memoria y preservar su legado frente al olvido. Quizá en el recuerdo
encontramos consuelo y aceptación del inesperado regreso de su presente
ausencia…"
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