Una de las más famosas distopías de las muchas que la
ciencia ficción ha imaginado, se haya ubicada en Un mundo feliz, 632
después de Ford. En ella Aldous Huxley
describe una sociedad en la que los seres humanos están determinados desde que
nacen a ser Alfas, Betas, Gamma... Una jerarquía que da a cada grupo de personas
una función laboral y un lugar en la escala social. En ese futuro que imagina
cada casta humana está feliz con su condición, se les determina a estar felices
con la categoría humana que se le asigna al nacer. De esta forma el sistema
funciona de manera armónica y, sobre todo y lo más importante, ya no se quejan.