"Sólo hay presente. Cada
persona construye su experiencia apoyándose en la memoria, pero lo que seguro que no existe aquí y ahora son pasado y futuro. Estamos condicionados por reflejo a predecir el futuro cercano y estar así preparados a cuanto pueda acontecer. O quizá anclados en el pasado, prolongamos innecesariamente el dolor traumático de experiencias que no podemos cambiar, o bien proyectamos con ansiedad el temible futuro, bullente nido de preocupaciones, muchas veces imaginarias. La permanente guerra mental puede también librarse en el presente, cuando rechazamos una situación, la postura o forma de ser de una familiar o amigo, cada vez que luchamos en contra, en vez de amar ecuánimemente lo que es, aquí y ahora, fluyendo con el instante, en verdadera atención plena..."
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