"En la Antigüedad ya existía la preocupación por cómo transmitir información
secreta. Para evitar que el enemigo los descubriera se utilizaban métodos de
esteganografía o bien sistemas de criptografía mediante claves o códigos
secretos. Cualquier método era bueno cuando lo que estaba en juego era ganar una guerra o salvaguardar el interés del Estado. Desde luego, el método preferido era la comunicación oral, pero cuando no
existía esta posibilidad, al no poder cruzar las líneas enemigas o a falta de
mensajeros fiables, se recurría a los precisos mensajes escritos. Tampoco
faltaban las tintas invisibles, sin embargo, el método de encriptación por transposición más ingeniosamente elaborado fue quizá el del serpentino bastón o escítala laconia..."
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