"Utiliza
descripciones vívidas y detalladas para que los lectores puedan visualizar las
escenas y los ambientes. También explora el uso del sonido, como ruidos
misteriosos o silencios inquietantes, para generar suspense auditivo. A su vez,
crea diálogos cargados de significado y reveladores que avancen la trama y
revelen más sobre los personajes. Los intercambios emocionales y las
conversaciones deberán ser de doble sentido para aumentar la tensión y la
intriga del lector o espectador testigo. Construye momentos de clímax poderosos
que mantengan al aventurado que osa al borde de su asiento. Introduce repentinas
revelaciones sorprendentes que cambien la perspectiva de la historia y
mantengan la intriga hasta el final. Y, sobre todo, recuerda la crucial
advertencia inicial del alma disociada paranoide: ¡Desconfía!"