"Intrínsecamente vivo, dinámico, misterioso e inductivo, cada símbolo constituye un cosmos pues contendría todos los significados. El símbolo sería el lugar de encuentro de distintos mundos y disciplinas, desde los más eruditos hasta los más eclécticos. El símbolo como lugar universal va más allá de una cultura, su lenguaje se entiende en todo el mundo, es accesible a todos los seres humanos, por eso a veces se ha comparado a los restos de una lengua original que se habría perdido con la destrucción de la Torre de Babel. Este es uno de los mitos que se repite en varias culturas. La lengua original, además, estaría compuesta por palabras verdaderas, es decir por palabras divinas y esto es lo que le da una dimensión espiritual. En la actualidad podría decirse que el símbolo es una manifestación subversiva y perturbadora de lo divino..."