martes, 7 de febrero de 2012

Hércules en la encrucijada

"Todos los futuros poseen una gran virtud:
la de nunca ser como te los imaginas."
(Milorad Pavic, La cara interna del viento)

"El futuro existe:
Primero en la imaginación,
después en la voluntad,
y finalmente en la realidad."
(Bárbara Marx Hubbard, Visions)






Siempre he imaginado que Noé llevaba algo más que a su elenco familiar más próximo y una surtida muestra del patrimonio genético del mundo preexistente, antes del acuoso desastre. Quizá guardaba en su camarote una especie de wikipedia o manual de autoayuda para la reconstrucción de la vida humana en el nuevo mundo: “Diseño social para Dummies”.


Tenía esa sensación cuando me sentaba frente al ordenador a jugar al Simcity, o al primer Age of Empires, ante la posibilidad de trazar una nueva ciudad o ante todo un “imperio” por diseñar. “Esta vez tiene que ser perfecto”, me decía, “cuento con los poderes de un dios”.


¿Por qué Dios, cuando construyó el mundo, no lo hizo perfecto y con electrodomésticos, por ejemplo? Y, sobre todo, ¿por qué incluyó serpientes disidentes? ¿Acaso Dios es un jugador voluntarioso tan limitado en el uso de su “Simulador de Creaciones” como lo estamos nosotros?: “¡Qué bien, esta vez sólo he tardado seis días, todo un record!”


Aún hay otras muchas posibilidades. ¿Es el mundo perfecto en su imperfección? ¿Porqué Dios escogió ésta entre tantas otras opciones a su alcance? ¿Qué necesidad hay, por ejemplo, de que tengamos que comernos unas especies a otras para poder lograr sobrevivir? ¿Acaso Dios, tiene intereses particulares en el lobby de los diseñadores de documentales? ¿En el de las películas gore?


Sea como fuere, los recursos de Noé (y los nuestros) fueron muy limitados tras el global desastre. Parece como si nuestro intelecto humano estuviera diseñado para terminar la creación, partiendo siempre de unas condiciones físicas, químicas y biológicas que han sido preestablecidas de partida, haya o no un Creador.


Dejaré  ahora de lado mi sospecha de que los “humanos” andamos tras la variación interesada de diseñar nuestras propias leyes (físicas, químicas y biológicas), mucho más al gusto del consumidor, y en ello andamos gastándonos los aceleradores de hadrones y los escasos cuartos.


Partamos, pues, del siguiente cuestionamiento básico fundamental: A día de hoy, con nuestro “peculiar” y parcial conocimiento de las leyes físicas, químicas y biológicas actuales, para el más inteligente de los seres humanos actuales[1] ¿cuál sería el diseño la sociedad ideal?

¿Y si además tuviera la obligación de tener que incluir a los hombres varones?


Este es el objetivo del texto que estás haciendo llegar a tu cerebro por algún medio sensorial, lograr que te situes con tu imaginación no frente al paraíso que vió Adan, antes de echar en falta a Eva, ni siquiera frente ante un mundo anegado por el agua, como el de Noé y los suyos.

Sitúa el centro de tu atención imaginativa en un planeta que ha sido saqueado y devastado por la locura de la “civilización humana”, recién comenzada la segunda década del siglo XXI: La Tierra.



Eres auxiliar de un bunker bajo tierra, en el que una máquina de reproducción asistida, con alimentación eléctrica para nueve meses, vigila el futuro desarrollo humano de 24 embriones de distintintas razas, apareados en género.


Dispones de energía, agua y alimentos para un año y una copia de seguridad con toda la información de Internet, en la que nadie más que tú puede añadir ya datos, y tiene un ordenador con “el Office” pero sin impresora. Lo que ha sobrevivido del mundo natural, se las apaña fuera como puede. Nueve meses de tranquilidad. Luego habrá que atender a 24 lloronas criaturas ¡al tiempo! 12 meones y 12 meonas, exigiendo al unísono su biberón.

Hércules situado en la encrucijada, ¿qué harías tú antes, suicidarte o desenchufar la máquina?
  

También hay muchas otras opciones no tan drásticas. Piensa en ello esta semana. Todo está por hacer. Sócrates decía que la vida “en reflexión” es la única que merecía ser vivida. ¿Qué cosas serían dignas, para tí, del corta, del copia y del pega? ¿Cuáles necesitarías crear y desarrollar por primera vez? Piensa en ello esta semana.





[1] Que me atrevo a arriesgar que es “mujer” y que trabaja en el alto mando de algún “ejercito”, aunque no me decanto aún por delimitar su raza o la nacionalidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario