lunes, 31 de diciembre de 2012

Ocasión


“La más ignorante de las criaturas
prescinde de sus certezas
persuadido de las lisonjeras opiniones ajenas.”
(Ibn Atta Allah)
 
“Tu enfermedad está en ti, aunque no la veas.
Tu remedio vendrá de ti, aunque no lo sepas.
Creyéndote diminuto, escondes el Universo.”
(Bahai al-Amali)

 
 

 
Cada vez que topamos con un orden inexplicable, tendemos a organizarlo en patrones significantes. Necesitamos moldear el azar, performar la aleatoriedad a nuestra imagen y semejanza. Hemos creado así la analogía, que nos permite un universo a medida, que sea predecible o, de lo contrario, que no sea. Arrojados a una convulsa apofenia para encontrar continuas relaciones, allí donde sólo hay un caos que, sólo de cuando en cuando y de un modo impredecible, imita al orden. Nos espera un año, pues, cuajado de imposibles posibilidades que, a lo mejor, aprovecharemos para ser mejores sin que medie causa casual alguna y conocer la esencia de nuestro azarosa alma. Pocos de cuantos se burlan del hedor ajeno, asumen el propio. Los más huyen de ser apestados, esto es, de sí mismos. Aprovecha la racha.
 
 
 
 
 

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