“La más ignorante de las
criaturas
prescinde de sus certezas
persuadido de las lisonjeras opiniones
ajenas.”
(Ibn Atta Allah)
“Tu enfermedad está en ti, aunque
no la veas.
Tu remedio vendrá de ti, aunque
no lo sepas.
Creyéndote diminuto, escondes el
Universo.”
(Bahai al-Amali)
Cada vez que topamos con un orden inexplicable, tendemos a organizarlo en
patrones significantes. Necesitamos moldear el azar, performar la aleatoriedad
a nuestra imagen y semejanza. Hemos creado así la analogía, que nos permite un
universo a medida, que sea predecible o, de lo contrario, que no sea. Arrojados
a una convulsa apofenia para encontrar continuas relaciones, allí donde sólo
hay un caos que, sólo de cuando en cuando y de un modo impredecible, imita al
orden. Nos espera un año, pues, cuajado de imposibles posibilidades que, a lo
mejor, aprovecharemos para ser mejores sin que medie causa casual alguna y
conocer la esencia de nuestro azarosa alma. Pocos de cuantos se burlan
del hedor ajeno, asumen el propio. Los más huyen de ser apestados, esto es, de sí mismos. Aprovecha la racha.
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