“Astra clinant, non trahunt.”
(Tomás de Aquino)
Si no ocurre algún súbito imprevisto, desde
las primeras horas del atardecer extra urbano del 7 y 8 de octubre, los polvorientos restos
del cometa Giacobibi-Zinner desmelenarán, suaves y propicios, la cabeza del Dragón llorón. Se cierra
así el ciclo que a mediados de julio iniciaron las Perseidas, con otro
llanto, el del Sol Laureado. Preparad, más vuestros deseos que vuestros ojos, para
la lenta llamarada nocturna que, de improviso y sin permiso, os arrebatará el corazón.
Te debo una :)
ResponderEliminarPleasure it's mine :)
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