“Gobierna oculta en cada uno de
nosotros
una particular estrella anhelando
reunirse.
En toda intención cabe así un mágico
actuar.”
(Aleister Crowley, Liber Legis)
Pese a tratarse de campos semánticos
infinitamente gastados y devastados hasta la extenuación, ni se debe confundir
Voluntad con deseo ni tampoco Amor con sentimiento. Dos que voluntariamente se reúnen
mediante el Amor, mueren en cuanto a dualidad separada, desaparecen así como
dividualidades que son superadas en un destructor término unificador. Hay en
este anhelo autolítico un algo de locura y sinrazón, al menos desde la egoica mirada
convencional, que siempre busca preservarse, caiga quien caiga. Conocer la
Voluntad, significa actuar desde el Amor con total prontitud y desapego. Sólo
quien simula amar, alberga aun alguna duda. ¿Escogiste ya tu estrella? ¿Y a qué
esperas entonces para liberarte?
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