“La cuestión más relevante,
en la vida de todo ser humano,
consiste en el modo en que se
relaciona
con lo infinito.”
(Carl Gustav Jung)
“Ve a tu pecho, llama
y pregúntale a tu corazón:
¿qué sabes, qué sabes?”
(William Shakespeare)
El hecho indubitable de que
creamos tener un problema no significa en modo alguno que el problema exista.
En modo alguno, insisto. A lo sumo, el problema consiste en aceptar (dar por
cierta la creencia errónea de) que usted es un algo, un alguien, separado de su
Fuente. Error. Hay que tener mucho cuidado con esa clase de pensamientos, y con
cualquier otra clase de pensamientos, con los pensamientos mismos, ya que cada
uno de ellos, por pequeño e inofensivo que parezca, puede preceder a una acción
que termine por crear (condicionar) la prisión de su realidad. No pasa nada
hasta que algo se mueve. Piénselo. O mejor aún, no lo piense. Tranquilidad,
pues, a Dios gracias, muy por encima de la soberbia especialista, la Fuente sabe bien lo que se hace.
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