“Quizá algún día puedas saborear
que el amor es superior a la vida
y
que dar amor es superior al amor.”
(Abu Ayyud al-Ansari)
¿Quedan aún maestros capaces de mantener
viva la cultura de la humanidad y mostrar a los reyes la adhesión a la Unicidad
divina? ¿Queda alguien que sepa entregar el afecto amoroso de la amabilidad, al
servicio de los demás, que recuerde aún la senda de ayuda al oprimido, de la
alegría y el buen talante? ¿Dónde están aquellos sinceros, capaces de soportar
sin inmutarse la afrenta y el beso traidor del hermano, de cuidar de los suyos
sin acosar el vecino?
Mi conocimiento sólo alcanzó hasta el
punto en el que al fin descubrí que no sé nada. Enamorados, avanzamos hacia el saboreo
de la Realidad apoyados sobre el bastón del intelecto, pero con los pies del
amor. Sólo quien se olvidó del Eterno puede imaginar uno o mil infiernos. ¿De
qué sirve tu devoción cuando te resistes a servir? No busques más sabiduría que
la de encontrar un renovado modo de llevar, día tras día, la felicidad al
corazón de tu hermano.
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