viernes, 15 de febrero de 2013

Escrutar el corazón

“El mundo será ungido
por la belleza.”
(Fedor Dostoiebsky)

"Sólo seremos verdaderamente felices
contribuyendo al bienestar ajeno."
(Noboru Kaetsu)
 

 
Resulta notoria la aficción de los príncipes a morderse y devorarse mutuamente. La eficacia de la oración nace únicamente de un vigor corporal capaz de soportar los embates del espíritu y blandir la espada flamígera con brazo fuerte. Se trata de sostener discretamente el ancestral organigrama que, aunque alejado en las antípodas de las necesidades del rebaño, satisfaga los voraces intereses de la intemporal curia, amparados tras el secreto que guardan los milenarios muros de soberbia: corax gules,corax sable.

 

Han regresado a mis pasos las frágiles flores del almendro, entregando generosas la efímera belleza que tejió perseverante el invierno. Las reformas que Mater Ecclesiae necesitaba con urgencia están prácticamente finalizadas, a la espera de que los últimos retoques borren todas las huellas del extravío del Espíritu Santo. Desde la biblioteca aguardan silentes rosas, limoneros y naranjos la obra certera de la primera luna llena de Pascua. Ya todo vuelve a estar bajo el pertinente control, bien retirado de las miradas del Mundo.
 
 
 

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