“Por imposible que éste resulte,
no hay mayor conocimiento que el
de lo sublime.”
(Aristóteles)
“Alma que anda en amor,
ni cansa ni se cansa.”
(Juan de la Cruz)
La espera, que purifica la
intención. Los preparativos, que anticipan el furtivo encuentro y lo recrean.
El dulzor de la paciencia que se sabe desinteresada y total entrega. Doloroso
placer y placentero dolor que nunca termina cuando termina. Renunciar a la
voluntad de poseer y decidir en la noche fugaz. Ser regalo. Olvidar y olvidarse
en el cuidado. Que un amor que es más que humano, no deja por ello de ser
plenamente humano, si sabe guiarse con certeza de mapas invisibles.
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