"La Hora ha llegado.
Por doquier las gentes se autodestruirán entre
ellos.
La Corrupción, la violencia y el
caos arrasarán la tierra
como una plaga de hambrientas langostas.
No será un proceso corto, durará milenios
y ningún dios tendrá nada que ver..."
(Tablilla de Assurbanipal,
Biblioteca de Nínive)
“El genoma es el software de la vida.”
(Craig Venter)
El centenar de metabolitos de
esta diminuta bacteria caben dentro de cualquier simple célula humana. Es algo
así como el átomo de hidrogeno de los seres vivos. Ideal para jugar a ser
dioses y replicar sus genes en nuestros súper computadores. Con solo 485 genes
(582.000 pares de bases) y un único cromosoma apenas guarda secretos para los brillantes
investigadores.
Se le podrán hacer todo tipo de
perrería al bichito virtual y comprobar cuáles son las que compensa llevar a la
práctica (más mortíferas) y cuáles no (eliminan el comercio de fármacos,
curando la enfermedad). En rabino de Praga rara vez salía de su laboratorio. Y
es que, lo crean o no, la simulación estadística -y su cálculo- está muy cerca
de la magia.
Nunca lo reconocieron, pero
llevan décadas trasteando con sales conductoras (aluminio, bario, estroncio,
titanio…), con resistentes y agresivos filamentos nanotecnológicos autorreplicables,
AGN (ácido gliceronucleico). Los eugenésicos nunca se fueron del todo.
Agazapados en la sombra, han estado bien activos. Se juraron no volver a
fracasar en su empeño de acabar con la chusma agónica, mantenerla dócil y ya lo han conseguido.
Hoy pueden alardear sin miedo “veni, vidi, vicci”.
Gracias a la Inteligencia
Artificial, la gonorrea y la clamidia vuelven a estar de moda. ¿O era Sodoma y
Gomorra? Con tanto nombre raro, se acaba haciendo uno un lío. Una cosa vuelve a
esta clara. Como pensó para sus adentros Assurbanipal, al calor de su biblioteca
de arcilla: “Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad”. Yo también tuve
una hermosa biblioteca. Con estos avances… ¿Se imaginan si Adolf Hitler
levantara la cabeza? ¿Por qué no diseñamos uno nuevo, eso sí, virtual? Nada de
insuflar el divino aliento de la vida sobre la cibernética arcilla de ceros y
unos. What’s up, Doc?
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