sábado, 10 de noviembre de 2012

Capricho y quintaesencia

"La única manera de acabar
con la fuerza que anima a tan pertinaces agitadores
es su definitiva disgregación."
(Octave Deppont y Xavier Coppolani, 1897)
 


 
 
Lo Eterno resuena en cada corazón con una vibración única e intransferible. Nadie es más que nadie, ya que todo guarda una primordial función. Constelaciones, planetas y letras madre, cada una en su peculiar unísono. No seas de los que guían sus pasos por el capricho. Que nadie puede rezar sin permiso y, bien mirada (descifrada), no puede decirse que haya letra muerta.
 
 
 

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