“Impregnado,
como
lana en la lluvia.”
(Ibn
Arabí)
"Allí donde esté tu pensamiento
es precisamente donde tú estás,
todo tu ser está allí,"
(Israel Ben Eliezer)
todo tu ser está allí,"
(Israel Ben Eliezer)
Para
vivir una vida plena, en primer lugar necesitamos someter la mirada que se haya
totalmente atrapada en el ego, dejar lugar, espacio.
En
el equilibrio reside la clave de la adecuada rectificación, la supresión de la auto
importancia desmedida que nos desequilibra e incapacita para alcanzar la
plenitud y, desde ella, la apertura del corazón que hace posible la relación,
la entrega íntima.
La
soledad nos ata, nos hunde y nos ciega. Es necesario salir de nosotros mismos,
reconocer y reconocernos como uno en el otro. Anquilosados en el ego no somos
nada pese a creernos el todo. Enfermamos.
La
búsqueda del equilibrio es una tarea clave en un momento clave, allí donde la
humildad nos permite reconocer que nada de lo que recibimos nos pertenece. Que
somos abundantes, precisamente en la medida que no somos. Recuenta, que ha
llegado el momento del repaso final. En la inminencia de prueba, haz camino.
Mejor aún, danza, de manera que tu vida dé los frutos esenciales esperados.
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