martes, 13 de noviembre de 2012

Alma desafinada


“Dame una cuerda
y te explicaré el universo.”
(Pitágoras de Samos)
 
 “Sé que tengo secretos…
pero no sé cómo enseñarlos.”
(David Oistrach)

 

 

 

Resulta menos complicado argumentar sobre el origen de nuestro olvido, que desde el olvido de nuestro origen, vibración ingrata que todavía se resiste a descubrir por qué  aún respira o regresar adonde surgió aquel primer latido del que ahora el suyo tan sólo es eco. Se desvanece toda esperanza, alma desafinada, incapaz de retener la eternidad a su paso, de acompasarse al coro de la creación entera, desanimada. Inmóvil ante la urgente llamada: música, Maestro.
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario