domingo, 18 de noviembre de 2012

Kâneqâh


“Sólo quien es consciente del precioso valor
de su energía vital y de su tiempo
puede ser llamado hijo del instante,
pues así honra a su madre y a su padre.”
(Ibn Arabí)
 
“Sólo quienes investigan con honestidad el pasado
pueden re-descubrir el verdadero futuro.”
(Julius Robert Oppenheimer)
 
 
 
Con tu anhelo firmemente establecido en tu corazón, emprendes hoy un camino que te conduce a materializarlo. No te dejes engañar por las palabras. Quién, como tú, se haya verdaderamente interesado por el fundamento metafísico de lo real, conoce el tremendo poder distractor del lenguaje y su límite. No es posible transmitir con palabras la ubicación de ese centro que, hasta ser admitido en él, deberás circunvalar en devoto peregrinaje, ni describir con precisión el método que te permitirá consumar tu propio ser, alcanzar la consciencia de la Verdad, despertar de la ilusión que te mantiene ahora encarcelado y abrir tus ojos a la mirada trascendente. Es el habla quien te ahora te atrapa.
 
Sólo quien trasciende el encantamiento de la dicotomía aparente de lo material –trazos negros sobre fondo blanco, cárcel en filigranas de tinta- es capaz así de adentrarse al secreto universo que se esconde en este preciso instante entre líneas, aprehender lo inefable y leer la eternidad.
 
La tóxica prisa y la hiperestimulación que ahora envenenan tu consciencia han sido diseñadas con maestría para capturar y distraer el valioso tesoro de tu atención e impedirte sentir la cualidad del tiempo, tarea infinitamente más sutil que la de observar su mero transcurso. Para desarticular la fuerza de tu anhelo, nada más útil que desconectarte del tiempo. Justo lo contrario de lo que ahora mismo pretendes, a contracorriente, a salvo de “marcas espirituales” y obediencias. Te debes únicamente a tu anhelo de ser libre.
 
Sabrás que tu centro vital se debilita, toda vez que tu alma reclame retornar al sentido, a la esencia, a lo que espera de ti el Eterno. Caminas al borde del abismo del olvido. Si vas en serio en esta empresa de alcanzar tu anhelo, no lo olvides. No lo olvides nunca.
 
 
 
 

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