sábado, 9 de junio de 2012

Evento "Carrington"

“No podemos seguir siempre luchando unos contra otros para nada,
matando a la pobre gente, dejándola sin casa o muriéndose de hambre.
Si estás a la cabeza, un gobierno mundial único es algo muy positivo.”
(Denies Healey, BGFund)

“Siempre deseé alcanzar una determinada posición
en la que no tuviera que rendirle cuentas a nadie…”
(Satanás, Daily in intimacy)





La alta política, las altas finanzas, la high-tech, la alta nobleza vinculada a la sempiterna oligarquía, la inteligencia militar planetaria, el lobby mass media y nuestros mejores científicos, ahora con el inestimable apoyo de Soraya, ya no dan más de sí. Y no están dispuestos a poner un duro más por salvar a la chusma agónica de su merecido destino. Nobleza obliga, pero ¡hasta un punto!

 
¿Alguna idea? Necesitamos un “brainstorming global” para prepararnos para un previsible e intenso “sun storming”. Va a ser un otoño caliente. Se ha hecho todo lo que estaba en nuestra mano hacer. Se ha reforzado y se sigue reforzando la ionosfera y la magnetósfera todo lo que es posible, para evitar fisuras como las de Quebec y garantizar la invulnerabilidad eléctrica al grueso del “mundo desarrollado”. Sufrirán sobre todo las zonas polares. Posible aunque improbable, el ACE y el SOHO vigilan y nos avisarán una hora antes. Va a ser divertido vivir sin electricidad una temporada. La Naturaleza gasta bromas, como esta, con total “naturalidad”. ¿Dónde ha quedado el sentido del humor?

Ahora entenderán el incremento del ciclo de stress en sus vidas, debido a la acidificación sanguínea. Un poquito más de cortisol, ácido glutámico, epinefrina y norepinefrina le agitan el coco a cualquiera. Basta con restablecer el PH mediante una progresiva alcalinización de la dieta, incrementando el  consumo de sabrosas frutas y verduras. Le podrá contar así a sus nietos cómo pasó la tormenta de electrones. Y, lo más importante, permanezca todo lo cerca que pueda de su familia.

¿Alarmismo? ¿Prevención? Siempre ha resultado difícil decidir, en estos casos. Si algo falla, siempre nos quedará el ejército. Nadie como las fuerzas armadas para gestionar eficientemente el caos y organizar a bajo coste los enterramientos colectivos. Un consejo, pásese antes por su confesionario más cercano. No diga que Rick y yo no le advertimos.


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