sábado, 9 de junio de 2012

Huérfano




Siempre me han llamado la atención las proximidades fonéticas que se dan, en las distintas lenguas planetarias, entre determinados vocablos, como si esa proximidad hubiera de repercutir, de un modo misterioso, en una suerte de conexión de significancia no evidente. Dos ejemplos para una misma palabra:

1) Sun / son (sol e hijo, en inglés); 2) Sol / sólo (en español).

El Sol es la estrella madre de nuestra Tierra. Como una suerte de Nilo generoso, se desborda sobre nosotros y nos fecunda de vida con una periodicidad endecacíclica, más o menos cada once años, “rociándonos” con algo más que no explicita la sencilla fórmula “luz y calor”:

·         Fotones. Latencia (f): 8 minutos
·         Partículas de alta energía. Latencia (ae): 53 minutos
·         Tormentas electro-magnéticas y Plasma solar (gas ionizado): Latencia (em/p): ¾ días

El sacerdocio católico descubre en el “seminario” que la extremaunción se sitúa en un lapso de tiempo sagrado: “Por mor de morir en paz, nadie quiere llevarse sus secretos a la tumba… y ¡todos acaban cantando!”


No hay comentarios:

Publicar un comentario